Al final de Peter y Wendy, la niña le promete a Peter Pan que no crecerá, que será una niña para siempre.
Unos años más tarde conocemos a otra niña. Ruth Kenthon tiene 13 años, lee a todas horas y vive en Londres. Una noche la despierta la inesperada visita de un niño en busca de su sombra perdida. Ruth, su hermana Kate y Peter emprenden el viaje a Nunca Jamás, el lugar ideal para afrontar el miedo a crecer, al olvido, al amor y a la muerte. ¿Puede la promesa de una niña dictar el destino del País de Nunca Jamás? ¿Es verdad lo que cuenta Peter sobre la isla? ¿Quedan piratas por combatir e indios a quienes salvar? En la traición de Wendy se encuentra la clave de todas estas preguntas, pero como Wendy haya crecido no habrá vuelta atrás.
Una novela oscura que ofrece múltiples preguntas y respuestas, sorpresas, lágrimas y corazones encogidos.
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martes, 13 de septiembre de 2011

Próximas citas

No, esto aún no ha acabado.


Hoy mismo me han llamado para confirmarme que la semana que viene, el jueves por la tarde, estaré en Córdoba escribiendo cuentos y poemas a sueldo, es decir, a cambio del precio simbólico de un euro. No, no es que me haya vuelto loco de repente o esté tan necesitado (que también) sino que me han vuelto a invitar al festival Eutopía, tal y como ya hice el año pasado. En concreto, mi actividad no es ni más ni menos que "creadores a sueldo", que tendrá lugar en el Boulevard de la Creatividad la tarde de 6 a 9. Allí, quien quiera acercarse se llevará un cuento o poemita improvisado, una carta de amor, lo que surja. Será divertido. Espero escribir mucho en esas horas. Espero cambiar alguna vida, o al menos sacudirla. Si tengo suerte, esa misma noche iré a la Filmoteca a ver REC, que vale la pena volver a verla en el cine.

Un poco más adelante, el 27 de octubre, tengo programado otro encuentro , en este caso con jóvenes lectores. Tendrá lugar a las 12,00 en la Casa de la Cultura de Andújar, todo ello dentro de los Encuentros con autor promovidos por el Centro Andaluz de las Letras.

¡Ah! Y no creáis que queda ahí la cosa. Próximamente tendréis noticias de varias publicaciones donde aparece mi nombre, ya sea en poesía o en relato, en novela o en traducción, pero todo a su tiempo. Un adelanto: Poetas del 15M


sábado, 22 de enero de 2011

Resucitarlos

No hablaré de zombies, fantasmas y otras falacias. Voy a hablar de libros. De sus cortas vidas, de su tristeza. Hay en el mundo miles de millones de libros que no tenían que haber nacido. Libros que alguien compró, leyó y dejó en un estante, y ahí están. Libros que ni siquiera leyeron y están en su estanque. Libros maquetados para decorar estanterías, a cuyos secretos y tesoros permanecerán ajenos sus dueños. Mientras tanto, hay en el mundo miles de millones de personas que no saben o no tienen la ocasión de poseer un libro.

Siento fascinación por las bibliotecas. Esos templos de papel llenos de libros aventureros, vividos, sufridos. Libros que la gente ha leído y releído, que han acompañado a gente a viajes maravillosos. Yo los he llevado por compañeros de viaje a Swansea, a Budapest, a Bristol…a todas partes. He leído libros enteros en trenes y aviones. Les he devuelto la vida, los he impregnado de olores y manchas. Porque estoy de acuerdo en que los libros nuevos huelen bien a papel y cloro, a tinta… menuda fragancia. Pero los libros de las bibliotecas son especiales. Esos, y los de las tiendas de intercambio. Ayer mismo descubrí una en Granada y no olía asépticamente como las cadenas de librerías y los grandes almacenes. Ahí olía a libros que habían sudado, guardado polvo, viajado más que yo, libros que habían desgarrado el pecho de personas a las que nunca veré, libros que han conocido a gente que ya murió hace tiempo… es maravilloso.

Muchos de esos libros, además, están manuscritos. Y doblados, y rotos, y sucios… Desde luego, no seré yo quien afirme que eso está mal. Me gusta a veces encontrar libros en la biblioteca que tienen notas de otros lectores, e incluso impresiones al comienzo o al final. Yo también lo hago si un libro me marca. Lo hice con Matar un ruiseñor y El guardián entre el centeno, por ejemplo. Escribí algo en ellos, reforcé algunas de las notas y corregí ciertos comentarios. En un acto de vanidad sin precedentes, vi el ejemplar de La traición de Wendy que hay en la Biblioteca de Granada y lo cogí para comprobar si alguien lo había leído. No recordaba que en las bibliotecas de la ciudad ya no se estila la fichita con todos los lectores en primera página, pues ahora todo se ha automatizado (menudo aburrimiento, qué poco romántico). No obstante, cuál fue mi sorpresa al encontrar marcas de lápiz en la nota aclaratoria del comienzo. Al principio me indigné, pues pensé que esas líneas eran comas donde yo había puesto puntos (sé muy bien que en ocasiones abuso de las frases lapidarias y cortas). Así pues, eché un vistazo por encima para verificar si había más escritos. No encontré nada hasta la última página, donde en la esquinita superior izquierda alguien había escrito una serie de números. No hay que ser ningún Einstein para saber que los números remitían a las páginas del libro, y en todas esas páginas encontré señaladas pequeñas citas que a alguien le habían parecido curiosas, o interesantes o imprescindibles, nunca lo sabré. Yo no creía en eso de las citas de los libros hasta que empecé a señalarlas. El resultado de la búsqueda en La traición de Wendy es el siguiente, página a página:





• 7: “Pero hay dos corrientes: la pesimista dice que si todo está hecho, para qué intentarlo; la optimista dice que todo es una copia, una compilación de cosas que ya existían.”

• 51: . “De algún modo se dio cuenta de que las lágrimas también se agotan con el abuso.”

• 123: “nunca os amilanéis delante de un hombre porque en las mujeres está la vida.”

• 164: “Alguien dijo que Dios no debería permitir que nadie muriera si no era en un día de lluvia, porque son los únicos lo suficientemente tristes para cargar con el peso de las muertes.”

• 188: “Las promesas, ésas son el único tipo. Si una promesa se cumple, es una promesa. Si no se cumple, no existe y por tanto no es nada. Las promesas se hacen para cumplirse. Si una promesa se cumple, es. Si no, no es promesa ni es nada.”

• 231: “A las personas que cuando de niños leen mucho sólo les quedan dos opciones en la vida: volverse locos o escritores, que es una forma camuflada de locura.”

Como veis, citas para todos los gustos. La cuestión no está en la improbable calidad de éstas, sino en el mismo hecho de que existan, de que alguien se haya tomado la molestia de hacer de la novela una parte de sí misma, un apéndice que le devuelve la vida a un libro que, de no ser por sus lectores, estaría abocado a tragar polvo por los siglos de los siglos, y no hay cosa más triste que un libro en toda su capacidad al que tratan de inútil.

Por eso desde aquí os animo a que compartáis vuestros libros, los prestéis a amigos, los regaléis una vez leídos (yo llevo dos años regalando para Navidad y cumpleaños mi monstruosa [en todos los sentidos] biblioteca con tal de darles una segunda vida a mis pequeños amigos de papel). Es tan fácil como eso, o ir de vez en cuando a la biblioteca, llenar la mochila de libros y llevarlos al parque, a casa, a clase… en definitiva, a que vean mundo.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Una noche en la Tertulia

 Hay veces en las que a los escritores se les acaban las palabras. La noche en la Tertulia fue mágica desde que comenzó. Me da miedo reconocer que soy poeta, de acuerdo, pero además compartir cartel con un artista a quien admiro como es Carlos Siles, pues... ¿qué más se le puede pedir a un debut tertuliano? Pues bien, para calentar la noche empecé contando un cuento que tiene lugar antes de esta traición, y que seguramente ya habéis leído. Luego poemas inocentes, poemas sucios, textos soeces... me emocioné en el escenario, me perdí. Menos mal que estaba ahí Nuria para ponerme manos e interpretar un poema en lengua de signos en un momento que considero bonito. Qué de cosas... Luego me quedé completamente desorientado. El pobre Carlos tuvo que venir a invitarme amablemente a dejar el escenario, que le estaba pisando su hora  xD
Pero ya me había dado tiempo a mandar un cadáver exquisito entre el público. Subió Carlos con una amiga que le hizo los coros, Bea,y nos dejó boquiabiertos como un flautista de Hamelin. Me hizo especial ilusión que cantara su "Canción nº 0", ya que es una de mis preferidas. Nos llevó de la mano de su Cenicienta, jugamos en un Tobogán, nos cantó algunas canciones que no aparecen en el disco y, para rematar la faena, nos cantó por Raphael. Ni más ni menos. Grande, grande Carlos. Tras el concierto recogí el cadáver exquisito y lo leí a los más pacientes. En negrita, lo único de Carlos (lo comencé con un verso de su canción) y mío, por eso de abrir y cerrar como un círculo:
Tu sombra es una casa con vistas al mar,
los estorninos se han escondido en tu ventana.
Mi sombra ya ni sé dónde reside.
¿Me ayudas a encontrarla?
A veces pensamos que nuestras
palabras no tienen un rumbo exacto,
como las hojas cuando caen en otoño
o las almas al irse entre los álamos
o las notas,
notas rojas pendiendo de aquella guitarra sumisa.
Y no te quiero tanto para saber que hay gente aquí a mi lado
¡que me des el olor a cremallera!
para poder buscarte por los bares
entre las colillas, las botellas, los cristales rotos y los pies inquietos.
El humo transparente y las calles repletas, tú a mi lado cogiéndome de
las manos... sonriendo con lágrimas en las mejillas... ¿puede ser algún
día?
Así que no me quieras tanto y quiéreme mejor
porque sólo soy un trozo de cristal
que se rompe si le das un golpe
AL SUELO!!! gritan todos
y la soledad invadió la sala al tiempo que dormían,
por fin el poeta se abrochó la bragueta;
ya puestos a mirar, a escuchar, a oír, a sentir
tu dulzura, tu voz, esa expresión inocua bajo la luna llena,
ternura rebosando paz, cálido tono y agudo sentido de
sensibilidad. Y acabar ahogados en humo y licor,
absueltos de ropa y culpa...

Y la noche no había hecho más que comenzar, de acuerdo, porque entre el público había rostros amigos venidos de cerca, de lejos, desconocidos anónimos que no se acercaron... en fin, un nutrido grupo de amigos. Acabé con varios amigos a las 2 de la mañana en el Mirador de San Nicolás, helado de frío pero contento, contentísimo tal vez pensando en el chocolate que íbamos a tomar en el Bohemia. Y tras eso, seguimos en el Ruido Rosa con una cervecita. Hasta que nos cerraron los bares. Pero vamos, creo que valió la pena, ¿no?

Yo en pleno éxtasis poético, muy informal

Nuria, "mis manos", y yo

Bea y Carlos Siles en plena "Cenicienta"

martes, 9 de noviembre de 2010

viernes, 24 de septiembre de 2010

Eutopía 2010

Hace un año fui a Córdoba a unos conciertos enmarcados en el maravilloso Festival Eutopía, un lugar donde tienen cabida la literatura, el cine, la música... todas las artes escénicas y no escénicas. Pude disfrutar de Love of Lesbian antes del boom, de Vetusta Morla en pleno boom y de otras bandas estupendas. Fue una noche de música y amistad inolvidable.
            ¡Bendita sorpresa la mía cuando me invitaron este año! Pensar que hace un año iba como espectador y éste como invitado ya podía suplir todas mis expectativas, pero además me incluyeron en una exposición junto al resto de ganadores del Certamen Desencaja 09. Tuve así la ocasión de disfrutar de nuevo de la compañía de otros premiados y conocer al resto: Virginia Aguilar (poesía, con quien ya había coincidido otras veces), Cristina Martos (cómic/novela gráfica, excepcional Medusas y ballenas), Pablo Trenor (fotografía: la memoria, la noche), etc. También pude visitar a mi amiga Belén, con quien últimamente no he podido coincidir cuantas veces me hubiera gustado. Pasamos un día, porque en realidad sólo estuve en Córdoba un día, estupendo y pude ver a mi amiga y poeta Ana Castro, que me presentó a María González, que recientemente ha publicado El año en que murió Jean Genet. Esa noche estuvimos de cervezas por la noche cordobesa y lo pasamos bien. ¡Feliz día!
          El domingo por la mañana tuvo lugar la inauguración de la exposición Desencaja de parte de los responsables del Instituto Andaluz de la Juventud. Aquí os dejo unas fotillos del acto, aunque os adelanto que es imposible expresar lo que se siente al ver tu texto expuesto en una pared TAN grande y TAN verdad... Una pasada: siempre que podáis, visitad   Eutopía porque vale la pena.




Con Belén, un amor (lo nuestro)
¡Olvida a la maldita Wendy! Seré "desenamorable"

In memoriam -Susanne