Al final de Peter y Wendy, la niña le promete a Peter Pan que no crecerá, que será una niña para siempre.
Unos años más tarde conocemos a otra niña. Ruth Kenthon tiene 13 años, lee a todas horas y vive en Londres. Una noche la despierta la inesperada visita de un niño en busca de su sombra perdida. Ruth, su hermana Kate y Peter emprenden el viaje a Nunca Jamás, el lugar ideal para afrontar el miedo a crecer, al olvido, al amor y a la muerte. ¿Puede la promesa de una niña dictar el destino del País de Nunca Jamás? ¿Es verdad lo que cuenta Peter sobre la isla? ¿Quedan piratas por combatir e indios a quienes salvar? En la traición de Wendy se encuentra la clave de todas estas preguntas, pero como Wendy haya crecido no habrá vuelta atrás.
Una novela oscura que ofrece múltiples preguntas y respuestas, sorpresas, lágrimas y corazones encogidos.

viernes, 8 de octubre de 2010

Reseña en Anika entre libros





La traición de Wendy” se alzó con el Premio Narrativa Joven 2009 y fue publicado en abril del 2010.

A la ventana de la habitación de Ruth acude una sombra. Pertenece a Peter Pan, quien consigue ser invitado a entrar –como los vampiros- gracias a la hermanita pequeña, Kate. La niña se siente fascinada, no tanto Ruth, más desconfiada, sin embargo Peter las camela para llevárselas al país de Nunca Jamás y allí vivirán un infierno de esclavitud, malos tratos y aberraciones.

No, aunque en algunos sitios ponga que es literatura infantil, esta historia es tan dura que es más apta al género adulto. Es una historia de terror. Más aún, de horror.

Anika (Registrado) 







Pensé desde el principio que era literatura infantil, o quizás juvenil, pero de ponerla en juvenil deberíamos ponerla en ese límite en el que los jóvenes disfrutan con el terror. Quizás a partir de los quince o dicieséis años, pero aquí no salen vampiros ni zombis –que están de moda-, aquí aparece lo peor que puede nacer en un ser humano: MALDAD, y para aceptar la maldad humana, sabiendo de antemano que esto no es fantasía, hay que tener la cabeza bien amueblada. Los demasiado sentimentales pueden sufrir mucho si todavía son muy jóvenes e impresionables. Sin duda para mí esto es mérito del autor, pero los jóvenes lectores deben saber que se enfrentan a una novela cuya mejor calificación es la de “horror”. Si son capaces de ponerse en la piel de las niñas... entenderán.

Algunas imágenes son grotescas, otras producen verdadero dolor (las niñas destrozadas no sólo por seres fantásticos como las sirenas o las aves, también por “hombres” insaciables y brutales), y en conjunto son terroríficas. Naturalmente me ha gustado, es una versión distinta a lo que he leído hasta ahora, acostumbrada a 
Peter Panes vampiros o muy Disney, pero también me ha asombrado sobremanera. Dicen que los niños son crueles, pero Peter Pan es un psicópata, un niño egoísta sin empatía hacia el dolor ajeno, feroz y malvado hasta el límite. Todo tiene su origen y su explicación, claro está.

La traición de Wendy” es una novela de terror bien escrita, bien ideada y perfectamente organizada que da las claves para entender por qué Peter Pan acabaría convirtiéndose en un ser humano despreciable. Algunas cosas son discutibles, cierto, como la entereza de uno de los niños perdidos tras perder los ojos, por ejemplo, y es posible encontrar algún gazapo por no haber redondeado cada dato aportado, pero sin duda es una novela llamativa que puede hacer las delicias de los fans del terror.

La novela está estructurada en capítulos que llevan el mismo título que las canciones del disco de
Ismael Serrano (La traición de Wendy), hecho este que José Alberto Arias Pereira hace a conciencia pues su idea era escribir el libro basándose en estos títulos, narrar la historia más negra y oculta de Peter Pan homenajeando al mismo tiempo al cantante.

Anika Lillo

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