Al final de Peter y Wendy, la niña le promete a Peter Pan que no crecerá, que será una niña para siempre.
Unos años más tarde conocemos a otra niña. Ruth Kenthon tiene 13 años, lee a todas horas y vive en Londres. Una noche la despierta la inesperada visita de un niño en busca de su sombra perdida. Ruth, su hermana Kate y Peter emprenden el viaje a Nunca Jamás, el lugar ideal para afrontar el miedo a crecer, al olvido, al amor y a la muerte. ¿Puede la promesa de una niña dictar el destino del País de Nunca Jamás? ¿Es verdad lo que cuenta Peter sobre la isla? ¿Quedan piratas por combatir e indios a quienes salvar? En la traición de Wendy se encuentra la clave de todas estas preguntas, pero como Wendy haya crecido no habrá vuelta atrás.
Una novela oscura que ofrece múltiples preguntas y respuestas, sorpresas, lágrimas y corazones encogidos.

martes, 9 de febrero de 2010

Vamos a contar verdades

Una de las mejores películas españolas que he visto es bastante similar en tono a mi novela, El espíritu de la colmena de Víctor Erice. Una auténtica maravilla. Infancia y terror mezclados con la amarga realidad. En una escena preciosa, Ana (Torrent) y su hermana corren por un prado hacia una hacienda desierta mientras suena la canción.



Primero, la poesía. A lo que íbamos: Peter Pan era un hijoputa en el original, aunque como todo el mundo recuerda sólo la edulcorada versión de Disney, han olvidado las implicaciones oscuras que tiene la novela de Barrie. Así pues, voy a dar unas pistas con HECHOS que suceden en Peter y Wendy, cosas que, queramos o no, sucedían en el original, en la cuna de sueños de J.M. Barrie. Qué perturbación, qué oscuridad, esconde el mito del niño que no quería crecer...

1. La sombra de Peter Pan trataba constantemente de alejarse de él. ¿Casualidad? Ni mucho menos, creo que la sombra estaba asqueada de arrastrar a diario con el sucio niño volador.

2. La presencia de Campanilla no era tan importante en un principio. Se trataba de un hada, sí, pero las hadas en el libro no eran más que luces, o así lo era al menos la amiga de Peter, un haz de luz femenina. Campanilla quería a Peter, y nada más llegar a Nunca Jamás Wendy y sus hermanos, la criatura intenta matar a la niña en un acceso de celos.

3. En un principio, decía, las hadas no eran tan importantes. Pero cuando se estrenó la obra de teatro en Londres empezó a haber una ola de muertes infantiles debido a que los niños saltaban por las ventanas y balcones con la esperanza de poder volar, ya que en la primera versión de la historia no hacía falta el polvo de hada, bastaba con la imaginación. Por eso Barrie se vio obligado a intervenir con ese cambio.

4. En Nunca Jamás hay muertes y muertes y más muertes. Aparte del intento de asesinato frustrado contra Wendy, en la novela se da todo un genocidio contra los Pieles Rojas por parte de los piratas. Sí, un problema extrapolado de la realidad americana a esta ficción ¿infantil?

5. También mueren niños, muchos niños. Niños Perdidos. En la descripción de Nunca Jamás se nos cuenta que el número de niños varía en función de muchos factores, de si los matan o si crecen, ya que al incumplir una de las reglas de la isla Peter se tiene que deshacer de ellos; o comienzo o los matan los piratas, ya que Peter los alienta a "ir de aventuras a matar piratas" y maneja con su irresponsable indiferencia los hilos de la guerra entre niños huérfanos y fornidos piratas armados hasta las cejas. Y afirma, el sinvergüenza: "Me olvido de ellos cuando los mato". No hay remordimientos, nada.

6. Peter Pan no quiere a Campanilla. Eso ya lo sabíamos, pero al acabar la novela, cuando han vuelto a Londres y Peter hace una visita a los Darling, Wendy le pregunta que cómo está Campanilla, a lo que él responde que quién era Campanilla. "¡Un hada, Peter! ¡Era el hada que nos salvó la vida!" "Es que hay tantas... ojalá ya no esté". Y es más, el propio narrador afirma que las hadas no viven demasiado. ¿Nos da a entender que Campanilla muere?

7. Garfio no es un patán, un bufón que alivia el terror que provocan los piratas. Garfio es un auténtico capitán pirata hambriento de odio y ávido de muerte. No le importa ensartar niños con la espada uno tras otro. De hecho, en su primera aparición Garfio ensarta a uno de los suyos con el garfio.

8. En un punto de la novela cuando los piratas atrapan a Peter y lo atan a una roca a la espera de que la marea ahogue al niño eterno, Peter no teme a la muerte. Es más, grita henchido de valor: "¡La muerte será una aventura realmente grande!" WTF?

9. Las hadas pueden morir con el mero hecho de que un niño diga: "No creo en las hadas". No es de extrañar que siempre que Campanilla se refería a Peter lo hiciera con el sobrenombre "Tonto" (silly en el original)

10. Por no hablar de la lectura pedófila que pueda tener todo el libro, ya que aunque en la época en que se escribió no era tan extraña la fascinación por los niños, a los autores de clásicos infantiles (Barrie, Carroll...) se les ha encumbrado desde círculos pedófilos como "padres de la causa". Recordemos además que Peter Pan simboliza la virginidad sexual y emocional del ser humano y no querríamos pervertir su mundo. ¿O sí...?

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In memoriam -Susanne