Al final de Peter y Wendy, la niña le promete a Peter Pan que no crecerá, que será una niña para siempre.
Unos años más tarde conocemos a otra niña. Ruth Kenthon tiene 13 años, lee a todas horas y vive en Londres. Una noche la despierta la inesperada visita de un niño en busca de su sombra perdida. Ruth, su hermana Kate y Peter emprenden el viaje a Nunca Jamás, el lugar ideal para afrontar el miedo a crecer, al olvido, al amor y a la muerte. ¿Puede la promesa de una niña dictar el destino del País de Nunca Jamás? ¿Es verdad lo que cuenta Peter sobre la isla? ¿Quedan piratas por combatir e indios a quienes salvar? En la traición de Wendy se encuentra la clave de todas estas preguntas, pero como Wendy haya crecido no habrá vuelta atrás.
Unos años más tarde conocemos a otra niña. Ruth Kenthon tiene 13 años, lee a todas horas y vive en Londres. Una noche la despierta la inesperada visita de un niño en busca de su sombra perdida. Ruth, su hermana Kate y Peter emprenden el viaje a Nunca Jamás, el lugar ideal para afrontar el miedo a crecer, al olvido, al amor y a la muerte. ¿Puede la promesa de una niña dictar el destino del País de Nunca Jamás? ¿Es verdad lo que cuenta Peter sobre la isla? ¿Quedan piratas por combatir e indios a quienes salvar? En la traición de Wendy se encuentra la clave de todas estas preguntas, pero como Wendy haya crecido no habrá vuelta atrás.
Una novela oscura que ofrece múltiples preguntas y respuestas, sorpresas, lágrimas y corazones encogidos.
sábado, 6 de febrero de 2010
Sexism is over
Si por una parte Peter y Wendy o Peter Pan era predominantemente machista (no se alarmen, postura muy consecuente con la época): esto es, Peter Pan vive en esa autarquía/anarquía maravillosa donde nadie le tose y la única criatura femenina capaz de hacerle entrar en razón es un hada que en esencia se trataba de un haz de luz; por su parte, Wendy hacía el rol de madre y ama de casa de todos los niños perdidos y Tigridia, la princesa india, era la mujer objeto en necesidad de rescate, tal y como sucede también con la niña londinense. Pueden ver cómo Peter Pan no dista mucho de La isla del Tesoro, novela que, a expresa petición de un niño a Stevenson, tenía un reparto cien por cien masculino. No buscaba con La traición de Wendy hacer un panfleto feminista, aunque resulta evidente que las heroínas de nuestro tiempo han hecho mella en nuestra perspectiva del mundo (Clarice Starling, Lara Croft, Sidney Bristol y, especialmente, Buffy Summers), pero en cualquier caso hubiera resultado estúpido que el protagonista de la novela fuera un chico. Ruth Margaret Kenton está llamada a limpiar el nombre de Wendy Darling. Quien así lo quiera verá un mensaje machista subliminal a lo largo del relato, ya que se trata de la traición de Wendy, de la mujer, la que arranca toda la trama (muy bíblico todo, ¿no? en pleno s.XXI y aún debatiendo si lo del pecado original se sostiene por sí mismo). Por eso quiero que quede claro de antemano: Ruth es la heroína de esta historia. Gane o pierda, todo es gracias a ella. Puede que limpie el nombre de Wendy o que lo deje más hundido en el fango. Todo se andará…
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Interesante, sí señor.
ResponderEliminarMuy buena la foto, por cierto ;) (Amo a Anna Torv)