Al final de Peter y Wendy, la niña le promete a Peter Pan que no crecerá, que será una niña para siempre.
Unos años más tarde conocemos a otra niña. Ruth Kenthon tiene 13 años, lee a todas horas y vive en Londres. Una noche la despierta la inesperada visita de un niño en busca de su sombra perdida. Ruth, su hermana Kate y Peter emprenden el viaje a Nunca Jamás, el lugar ideal para afrontar el miedo a crecer, al olvido, al amor y a la muerte. ¿Puede la promesa de una niña dictar el destino del País de Nunca Jamás? ¿Es verdad lo que cuenta Peter sobre la isla? ¿Quedan piratas por combatir e indios a quienes salvar? En la traición de Wendy se encuentra la clave de todas estas preguntas, pero como Wendy haya crecido no habrá vuelta atrás.
Una novela oscura que ofrece múltiples preguntas y respuestas, sorpresas, lágrimas y corazones encogidos.

domingo, 10 de abril de 2011

Peter cumple 100 años

Sí, este año, lo cual me viene estupendamente.
Me dice una amiga bibliotecaria que entre los packs de libros-aniversario que envían a bibliotecas y entidades públicas, hay un ejemplar de La traición de Wendy. Además, el mes pasado me realizaron una entrevista para el especial que preparaba la revista Leer. Aunque al final esto quedó en una mención y poco más, os dejo a continuación la entrevista completa, por si a alguien le interesa a estas alturas. En cuanto tenga las fotografías de la revista, las subiré aquí para los curiosos.
Por cierto, ésta es la portada en cuestión:


ENTREVISTA



1. ¿Por qué decidió escribir una “contranovela” sobre Nunca Jamás?
En realidad la premisa era bastante simple: reescribir Peter Pan y Wendy en clave de terror. Fue más adelante, cuando la aventura había tomado vida propia, cuando Ruth ya estaba en Nunca Jamás, cuando descubrí que no bastaba con la propuesta de una contranovela, sino relacionar la original con la aventura de mis protagonistas. De hecho, una vez acabada comprobé que La traición de Wendy no es sólo una continuación. La definiría mejor como una consecuencia de lo que sucede al final del clásico de Barrie.

2. ¿Cómo define al Peter Pan de su novela? 
Es un niño triste, pero no lo sabe. Es un niño que ha vivido experiencias que sólo pueden asumir los adultos, de modo que ha perdido esa mirada limpia e ingenua que tenía. Muchos lectores lo odian, pero sigo convencido de que no es más que la víctima de la novela, el único que sale perdiendo. Después de todo, él sólo quiere que la noche en Nunca Jamás junto a Wendy no acabe nunca.

3. ¿Cómo se documentó en relación a James Matthew Barrie y su obra para escribir La traición de Wendy?
Obviamente, lo primero que hice fue leer Peter Pan y Wendy, una historia que todos conocemos, aunque nadie recuerda. A ello me llevó un directo de Ismael Serrano de su disco La traición de Wendy, donde contaba el final de la novela: usé los títulos de las canciones como capítulos de mi novela. Después de escribirla, claro está leí Peter Pan Rojo Escarlata para ver cómo había planteado su autora la posible continuación. También utilicé información, donde hay muchísimos estudios y curiosidades sobre Peter Pan y Nunca Jamás que me fueron bastante útiles.

4. ¿Cómo le influyeron las películas -cuáles- sobre Peter Pan? 
En cuanto al cine, traté de huir de al versión edulcorada que hizo Disney, ya que me interesaban más los aspectos oscuros o dramáticos de la obra. Es obvio que Hook, por la idea de reinterpretación de la novela, estaba presente en todo momento, pero en cualquier caso aposté por otros referentes: literarios (Poe, Lovecraft, El señor de las moscas…), televisivos, cinematográficos (American beauty), musicales (Nina Simone, Vetusta Morla, Ismael Serrano…). Considero que la literatura no se entiende sin las demás formas de arte.

5. ¿Cuál es su opinión sobre el mito de Peter Pan?
Creo que Peter Pan establece las bases de muchos personajes literarios imprescindibles —el primero que me viene a la mente, por el miedo a crecer, es Holden Caulfield—, pero es que además en la actualidad, sobre todo en España, la niñez-adolescencia se está prolongando hasta bien entrados los veinte años en lo que podemos considerar el socorrido “síndrome de Peter Pan”, esto es, la negación a madurar. También sienta Barrie, junto a otros autores como Carroll, las bases de la literatura infantil: personajes inocentes, tono mágico, mirada limpia…

6. ¿Y sobre Peter Pan Rojo Escarlata?
Leí Peter Pan Rojo Escarlata poco después de concluir La traición de Wendy, aunque había oído sobre él bastante antes. Hay que tener ene cuenta que Rojo Escarlata es el resultado de un concurso público en el que cientos de obras compitieron por convertirse en la continuación “oficial” de la novela de Barrie. No obstante, creo que no logra captar la magia que desprende la original, aunque el tono infantil está muy logrado. Tiene ideas muy bien llevadas, aunque otras no tanto. Por ejemplo, no rompe con el origen de la historia de Peter Pan, cuando mi intención era todo lo contrario: romper con el tono, con las relaciones entre los personajes y narrar una historia honesta. Eso es, creo que La traición de Wendy puede gustar más o menos, pero desde luego se trata de una historia honesta.

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