Al final de Peter y Wendy, la niña le promete a Peter Pan que no crecerá, que será una niña para siempre.
Unos años más tarde conocemos a otra niña. Ruth Kenthon tiene 13 años, lee a todas horas y vive en Londres. Una noche la despierta la inesperada visita de un niño en busca de su sombra perdida. Ruth, su hermana Kate y Peter emprenden el viaje a Nunca Jamás, el lugar ideal para afrontar el miedo a crecer, al olvido, al amor y a la muerte. ¿Puede la promesa de una niña dictar el destino del País de Nunca Jamás? ¿Es verdad lo que cuenta Peter sobre la isla? ¿Quedan piratas por combatir e indios a quienes salvar? En la traición de Wendy se encuentra la clave de todas estas preguntas, pero como Wendy haya crecido no habrá vuelta atrás.
Una novela oscura que ofrece múltiples preguntas y respuestas, sorpresas, lágrimas y corazones encogidos.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Eutopía 2010

Hace un año fui a Córdoba a unos conciertos enmarcados en el maravilloso Festival Eutopía, un lugar donde tienen cabida la literatura, el cine, la música... todas las artes escénicas y no escénicas. Pude disfrutar de Love of Lesbian antes del boom, de Vetusta Morla en pleno boom y de otras bandas estupendas. Fue una noche de música y amistad inolvidable.
            ¡Bendita sorpresa la mía cuando me invitaron este año! Pensar que hace un año iba como espectador y éste como invitado ya podía suplir todas mis expectativas, pero además me incluyeron en una exposición junto al resto de ganadores del Certamen Desencaja 09. Tuve así la ocasión de disfrutar de nuevo de la compañía de otros premiados y conocer al resto: Virginia Aguilar (poesía, con quien ya había coincidido otras veces), Cristina Martos (cómic/novela gráfica, excepcional Medusas y ballenas), Pablo Trenor (fotografía: la memoria, la noche), etc. También pude visitar a mi amiga Belén, con quien últimamente no he podido coincidir cuantas veces me hubiera gustado. Pasamos un día, porque en realidad sólo estuve en Córdoba un día, estupendo y pude ver a mi amiga y poeta Ana Castro, que me presentó a María González, que recientemente ha publicado El año en que murió Jean Genet. Esa noche estuvimos de cervezas por la noche cordobesa y lo pasamos bien. ¡Feliz día!
          El domingo por la mañana tuvo lugar la inauguración de la exposición Desencaja de parte de los responsables del Instituto Andaluz de la Juventud. Aquí os dejo unas fotillos del acto, aunque os adelanto que es imposible expresar lo que se siente al ver tu texto expuesto en una pared TAN grande y TAN verdad... Una pasada: siempre que podáis, visitad   Eutopía porque vale la pena.




Con Belén, un amor (lo nuestro)
¡Olvida a la maldita Wendy! Seré "desenamorable"

lunes, 13 de septiembre de 2010

Nueva reseña


En este caso tenemos una reseña muy positiva en el blog La caja de Pandora.


¿Qué fue de la promesa de Wendy de no crecer jamás? Eso le dijo al hijo único del país de Nunca Jamás, que sería una niña para siempre...
Unos años más tarde conocemos a otra niña. Ruth Kenthon tiene 13 años, lee a todas horas y vive en Londres. Una noche la despierta la inesperada visita de un niño en busca de su sombra perdida. Ruth, su hermana Kate y Peter Pan emprenden el viaje a Nunca Jamás, el lugar ideal para afrontar el miedo a crecer, al olvido, al amor y a la muerte. ¿O no? ¿Pudo la promesa de una niña cambiar el destino del país de Nunca Jamás? ¿Es verdad lo que cuenta Peter sobre la isla en los últimos tiempos? ¿Quedan realmente piratas por combatir e indios a quienes salvar? ¿Se ha convertido Peter Pan en un dictador despechado?



En cuanto recibí el libro dí un gran salto, pues Peter Pan (en todas sus modalidades, cuento, película, libro, serie…) me encanta, es uno de mis cuentos favoritos.

Me puse a leerlo y no pude dejar de parar, pues no hacía mas que morderme las uñas pensando qué iba a pasar…

Wendy ya es mayor, para ella no volverá a existir Nunca Jamás… Tras marcharse, Peter se ha vuelto loco, pues como todos ya sabíamos, estaba enamorado de ella. Pero su locura le ha hecho convertirse en el tirano de Nunca Jamás.

Totalmente loco…

De este libro podéis pensar que es otra versión del cuento infantil, pero nada de eso… de infantil no tiene nada, es casi ¡terrorífico! Sangre, muertes, sirenas hambrientas, piratas hechos un asco… Peter manda y aquel que no le obedezca se verá con las consecuencias (nada buenas, por cierto).

Lo que más me ha gustado de la obra han sido, por supuesto, los indios. Es la mejor parte del libro.

Mi personaje favorito no podía ser otra que Ruth; si leéis el libro, sabréis porqué.

Cada lugar, cada momento… las descripciones eran perfectas, incluso pensé que estaba allí intentando ayudar a Ruth.

La novela se lee rápida y sin complicaciones. Recomendado.


Laura Morales

viernes, 10 de septiembre de 2010

Reseña de La traición de Wendy II

Extraída del blog La biblioteca de Korranberg

Silencio: leyendo La traición de Wendy
La Traición de Wendy es una novela muy arriesgada. A pesar de la temprana edad del autor (unos veintitrés años) y que ésta es su primera obra, la editorial Berenice (también muy joven, nació en el 2005) supo ver el potencial que contenía en sus 224 páginas y sacó adelante este proyecto ganador de un premio Andalucía Joven en el 2009.

Podría ser perfectamente válido que Peter Pan se frustrara y enloqueciera cn el envejecimiento de su único amor, Wendy, hasta tal punto de corromper todo lo que le rodea. Peter se convierte en el tirano de Nunca Jamás, sometiendo todo a sus caprichos de niño, que es lo que sigue siendo puesto que allí donde está no se crece nunca.

José Alberto Arias tiene una gran idea con este libro. Prosigue la obra de J.M. Barrie, con los mismos elementos que la original, pero tergiversando el inocente cuento infantil hasta un límite antinatural y morboso creando otra historia, esta vez de terror, totalmente diferente pero muy creíble.

El punto de partida es muy bueno, el planteamiento es original y atrevido, pero en mi opinión al contenido le falta un poco de esa chispa que hubiera hecho falta para llevar a buen puerto una obra de este calibre. Quizá es demasiado ambiciosa para una primera novela, o quizá la idea es muy brillante para desarrollarla en un libro tan escueto.

En una primera parte, la trama se sucede con cierta lentitud, abarcando el contexto, creando un clima de expectación e inquietud que está bastante bien logrado. Pero, de repente, la acción se desarrolla de un modo confuso y atropellado, los personajes se desdibujan entre la cantidad de cosas que pasan y los diálogos pierden en calidad y coherencia, como meros enlaces para largas descripciones de acontecimientos.

Pero, repito, es una primera novela de un autor muy, muy joven, que ha demostrado dotes de sobra para la literatura, además de una mente original y ágil, que es de agradecer. Esperaré a lo siguiente que nos pueda ofrecer.


Lo bueno: el planteamiento inicial de la obra.

Lo malo: el final anticlímax que deja un regusto amargo; y el personaje de Kate, que nace como una baliza, como apoyo moral para Ruth, pero que al final no se define bien y se convierte en algo borroso y confuso.

Nota: 5,5/10

jueves, 2 de septiembre de 2010

La huida de las hadas

El sensible Desdentado
Peter llegó abatido a Nunca Jamás y buscó a todos sus amigos, a los niños, a la princesa india y a mí, y nos contó que Wendy había crecido, y todos estuvimos de acuerdo en que en la mirada de Peter había algo que hasta entonces nunca habíamos visto, como si en sus pupilas brillara el fuego.
         —Peter… —lo consoló Tigridia. —No pasa nada, tú no tienes que crecer… ya vendrá otra niña que quiera serlo para siempre.
         Y Campanilla le dijo algo bien distinto:
         —Te lo advertí, esa Wendy no podía traerte nada bueno, querido. Olvídate de ella, todas las mujeres son iguales cuando crecen, Peter, y todas crecerán y tú seguirás siendo el mismo. Olvídala, Peter, ¡olvida a la maldita Wendy!
         —¡Ssshhh! —dijo Peter.
         —Nunca Jamás es sólo para los niños. —Campanilla se negaba a ceder, así que repetía una y otra vez a su oído: Wendy ha crecido, Wendy ha crecido y tiene novio, Wendy te prometió ser siempre una niña.
         —¡Basta ya! —protestó Peter lleno de indignación. —A partir de ahora seré “desenamorable”.
         —Peter, ¿me perdonas? Peter…
         Uno de los Niños Perdidos cogió a Campanilla y la resguardó entre las manos como hacen los abuelos con los pajarillos. Entonces le sopló con cuidado y le dijo algo en voz baja.
         —¡Bonita, despierta!
         Campanilla abrió el ojo y lo miró de soslayo, con recelo. Seguía cruzada de brazos con cara de pocos amigos. No obstante, lloraba. Es curioso que apenas hiciera ruido, pues es de sobra conocido que cuando las hadas lloran lo hacen de la forma más lastimera y escandalosa posible. Por eso el Niño Perdido, que no era ni más ni menos que Desdentado, el más humilde y pacífico de los Niños Perdidos, se echó a llorar con ella. Y a éste le siguieron Vándalo, Rizos y Desdeñoso.
         —Campanilla, eso te pasa por hablar mal de Wendy —dijo Desdentado.
         Campanilla le hizo burla y escapó de entre sus manos. Entonces se posó en la nariz de Peter, quien bizqueó un momento, pero entonces se acordó de que seguía enfadado con el hada y cerró los ojos.
         —¡Vaya, se me ha pegado una mosca a la cara! —gritó, y agitó a Campanilla con las manos.
         —¡Peter, Peter! Ya basta… —dijo Campanilla, pero de repente se puso muy pálida, como si se apagara, y comenzó a descender en el aire.
         —Peter Pan, mira a Campanilla… Si no lo haces, desaparecerá —le recordó Desdeñoso con tono nervioso.
         —¡Préstale atención, Peter!
         —¡No, ni caso al hada! Es tan maleducada como las niñas —dijo otro.
         Peter sonrió, pues era bien cierto que las niñas eran terriblemente maleducadas. Ni siquiera sabían cumplir sus promesas. Los niños siempre se mantenían fieles a sus pactos de caballeros, pero ellas… ¡ellas nunca!
         —Campanilla se apaga, Peter —dijo Desdentado con lágrimas en los ojos. —Ella se bebió el veneno por ti.
         —¡Ella te salvó la vida! ¡Mírala, Peter Pan! —rugió Desdeñoso.
         Pero Peter se dio la vuelta y siguió su camino, como si nada. Por eso no oyó las últimas palabras del hada, que nadie llegó a comprender.
         —Peter, te ruego que me perdones. Nunca volveré a hablar así de Wendy, te lo prometo. Te quiero, Peter Pan… —exhaló, y fue como si esas últimas palabras se convirtieran en humo cuando se apagó.
         —¡Estarás contento! ¡La has matado, animal! —gritó Rizos.
Hada muerta -Imagen real
         Un Gemelo lo abofeteó, pero había logrado llamar la atención de Peter Pan. El valiente pelirrojo volvió sobre sus pasos, se agachó y tomó al hada entre sus manos tal y como había hecho Desdentado. Ya apenas brillaba. Lo había llenado todo de lágrimas que parecían purpurina.
         Al ver lo que había hecho, Peter gritó y varios Niños Perdidos se abalanzaron sobre él, y unos defendían a Peter y otros le odiaban por lo que acababa de hacer y por haber madurado. Desde entonces hay dos bandos de Niños Perdidos que llevan adelante una guerra entre sí. Peter Pan guardó las alas del hada en un saquito para estar siempre aprovisionado de polvo de hadas.
         Así es como murió Campanilla. Así es como comenzó la huida de las hadas.

In memoriam -Susanne